Lo que necesitamos es compartir
Basta tener apetito para asaltar el refrigerador: cerveza light, coca cola zero, queso sin grasa, leche deslactosada, semillas de pájaro y un sin fin de mamadas que saben a verdadera mierda que nos mantienen delgados, muertos de hambre y emputados las 24/7; entonces decidimos ir a McDonalds y salir de ahí con una sonrisa que ni el ganador del Melate. ¿Pero qué hacer cuando la que pide alimento a gritos es nuestra alma?
Por Gonzal OM ontoya.
Para B.Ch.
Mi amigo Roger opina sobre Anna Nicole Smith: “No entiendo su suicidio, era rubia, chichona, modelo de Guess, conejita de Playboy, soltera, puta y millonaria”. En mi opinión, Nicole Smith (Dios la tenga sentada a la derecha del Padre en su santísima gloria) debería de escribir un libro adecuadamente titulado “Todo lo que quiero es todo”.
Tal vez Anna como muchos de nosotros se la pasó por la vida persiguiendo “pendejadillas” que no nos brindan una verdadera plenitud, al final el resultado es que nos sentimos infelices y bien pinches vacíos como nuestras tías las embajadoras de cultura como Paris, Ritchie, Lindsay, Tara y Britney. Es decir, no podemos pasar nuestras vidas como putillas frívolas con crisis de identidad adictas a los laxantes y psicoterapeutas buscando sólo pasárnosla bien sin más ni más.
Basta tener apetito para asaltar el refrigerador: cerveza light, coca cola zero, queso sin grasa, leche deslactosada, semillas de pájaro y un sin fin de mamadas que saben a verdadera mierda que nos mantienen delgados, muertos de hambre y emputados las 24/7; entonces decidimos ir a McDonalds y salir de ahí con una sonrisa que ni el ganador del Melate. ¿Pero qué hacer cuando la que pide alimento a gritos es nuestra alma?
Por Gonzal OM ontoya.
Para B.Ch.
Mi amigo Roger opina sobre Anna Nicole Smith: “No entiendo su suicidio, era rubia, chichona, modelo de Guess, conejita de Playboy, soltera, puta y millonaria”. En mi opinión, Nicole Smith (Dios la tenga sentada a la derecha del Padre en su santísima gloria) debería de escribir un libro adecuadamente titulado “Todo lo que quiero es todo”.
Tal vez Anna como muchos de nosotros se la pasó por la vida persiguiendo “pendejadillas” que no nos brindan una verdadera plenitud, al final el resultado es que nos sentimos infelices y bien pinches vacíos como nuestras tías las embajadoras de cultura como Paris, Ritchie, Lindsay, Tara y Britney. Es decir, no podemos pasar nuestras vidas como putillas frívolas con crisis de identidad adictas a los laxantes y psicoterapeutas buscando sólo pasárnosla bien sin más ni más.
Cuidar el cuerpo con Slim Fast, Hidroxycut y cardio es importante, pero algunas veces olvidamos que sólo es nuestro estuche del alma, después de ver a tanta “biatch” entrar y salir de rehabilitación como penes en película porno, entendí que los millones de dólares, el Tiffany & Co., los lujosos autos, los viajes en yates a islas exóticas y un guardarropa que le despierta envidia a la misma Virgen María no lo es todo.
Todo lo que es material desaparece y no me refiero a las auto partes de sus coches en venta en la Buenos Aires o el Rolex que les robó un cabrón a mano armada en un semáforo en Reforma, en verdad cuando nos carga la chingada (lo cual puede ser hoy mismo) aquí dejamos todo. Ahora, supongamos que seguimos vivos de aquí a cien años y un temblor o una quiebra financiera se traga nuestro patrimonio con todo y perro ¿Qué? ¿Nos vamos a suicidar? Pues obvio no.
Entonces partimos desde el punto que lo material es pasajero. Es padre tener un buen traje, un lindo auto, un lugar bonito donde vivir, pero al final de cuentas, tarde o temprano todo es una ilusión o se lo carga la verga. Lo importante del viaje que hacemos en esta vida es el bien que le hacemos a otras personas.
Si esto es verdad, debemos entender que ni las tachas, ni el alcohol, ni la fiesta, ni el dinero que hemos gastado en Taffil, Paxil, Wellbutrin, Prozac, Rivotril, litio, super e, ácidos, sexo con cientos de extraños, ejercicios con promesas inmediatas, el shopping express en Moschino, la promoción en el trabajo, orgías, nuestras bodas o el viaje a Francia alimentan nuestra alma, todo nos brinda una satisfacción temporal, pero “that’s all Emily”.
Tengo un amigo que económicamente hablando es muy pleno, en una ocasión en su garage antes de sacar su auto último modelo recogió limones que caían de su árbol y pensó: “Hasta la comida me cae del cielo” En el libro “Dios usa lápiz labial” Karen Berg explica que un árbol frutal simboliza qué debes compartir de tí mismo, de forma que mejores permanentemente la calidad del mundo. Sólo podrás obtener una plenitud profunda y duradera si tu alma está alimentada, y el único alimento que satisface al alma es el que proviene de compartir incondicionalmente.
Mi amigo en lugar de contarme la historia de sus limones con alegría, lo relató con cierta tristeza, esto es fácil de explicar, pues cuando recibimos solo para nosotros la vida tiende a apestar big fucking time. Al principio es un engaño el juego del “yo, yo, yo y después yo”, sentimos que le vemos la cara de López Obrador a los demás y que nos estamos “aprovechando” de la buena voluntad de las personas, pero yo opino que a menos que seas Brad Pitt o Angelina Jolie (Brangelina) no te mereces recibir absolutamente nada sin dar nada a cambio.
No soy una persona religiosa sin embargo para aquellos que lo son, Berg explica que cuando te preocupas por tí mismo, el Creador no puede entrar. No hay espacio para Él, porque ya hay alguien que se está ocupando de tí (tú).
Algo que me ha quedado claro en estos (casi) treinta años de vida es que nadie absolutamente nadie es la fuente da la felicidad más que uno mismo, si le damos ese poder a otra(s) persona(s) al momento que no llenen nuestras expectativas, nuestra felicidad vale tres kilos de verga de gato.
Si esto es verdad, debemos entender que ni las tachas, ni el alcohol, ni la fiesta, ni el dinero que hemos gastado en Taffil, Paxil, Wellbutrin, Prozac, Rivotril, litio, super e, ácidos, sexo con cientos de extraños, ejercicios con promesas inmediatas, el shopping express en Moschino, la promoción en el trabajo, orgías, nuestras bodas o el viaje a Francia alimentan nuestra alma, todo nos brinda una satisfacción temporal, pero “that’s all Emily”.
Tengo un amigo que económicamente hablando es muy pleno, en una ocasión en su garage antes de sacar su auto último modelo recogió limones que caían de su árbol y pensó: “Hasta la comida me cae del cielo” En el libro “Dios usa lápiz labial” Karen Berg explica que un árbol frutal simboliza qué debes compartir de tí mismo, de forma que mejores permanentemente la calidad del mundo. Sólo podrás obtener una plenitud profunda y duradera si tu alma está alimentada, y el único alimento que satisface al alma es el que proviene de compartir incondicionalmente.
Mi amigo en lugar de contarme la historia de sus limones con alegría, lo relató con cierta tristeza, esto es fácil de explicar, pues cuando recibimos solo para nosotros la vida tiende a apestar big fucking time. Al principio es un engaño el juego del “yo, yo, yo y después yo”, sentimos que le vemos la cara de López Obrador a los demás y que nos estamos “aprovechando” de la buena voluntad de las personas, pero yo opino que a menos que seas Brad Pitt o Angelina Jolie (Brangelina) no te mereces recibir absolutamente nada sin dar nada a cambio.
No soy una persona religiosa sin embargo para aquellos que lo son, Berg explica que cuando te preocupas por tí mismo, el Creador no puede entrar. No hay espacio para Él, porque ya hay alguien que se está ocupando de tí (tú).
Algo que me ha quedado claro en estos (casi) treinta años de vida es que nadie absolutamente nadie es la fuente da la felicidad más que uno mismo, si le damos ese poder a otra(s) persona(s) al momento que no llenen nuestras expectativas, nuestra felicidad vale tres kilos de verga de gato.
Es una ley de vida, llámenlo karma si gustan, pero se que ustedes son testigos de que todo lo que se envía regresa, es como efecto bumerang y si nos preocupamos por las necesidades de los demás alguien se preocupará de nuestras necesidades y cuando compartes o le haces bien a alguien ¿no se siente maravilloso? Y sin necesidad de estupefacientes, drugs free.
Una mujer que admiro me comentaba que su fuerza espiritual radica en ver por sus padres, ella es profesionista, soltera, child free. “Me gusta saber qué necesita mi familia y proporcionárselo”. Ella decidió no centrarse en si misma, compartir y eso la hace sentir muy satisfecha.
No hay nada malo en las cosas materiales recuerden que la Queen Bee ya dijo en una de sus profecías “We are living in a material world and I am a material girl”, el punto es que no hay nada de malo en recibir, el problema es cuando no compartimos. Si compartimos incondicionalmente con nuestros amigos, nuestra pareja, nuestra familia o alguien a quien podamos ayudar vamos a crear un circuito de amor. Hace poco un amigo me comentaba que aprendió que “en una relación sólo se debe meter la “verch” y jamás el corazón”, por más que medité toda la noche del sábado en tan profunda, cierta y controversial oración, recordé que un hombre sabio una vez dijo “All you need is love”.
Cierto “All we need is love” pero con todo respeto a uno de los más grandes genios musicales creo que para que llegue el amor, la felicidad y sentirnos realmente plenos, lo que necesitamos primero es cantar dentro de nuestros corazones: “All we need is 2 share”.
No hay nada malo en las cosas materiales recuerden que la Queen Bee ya dijo en una de sus profecías “We are living in a material world and I am a material girl”, el punto es que no hay nada de malo en recibir, el problema es cuando no compartimos. Si compartimos incondicionalmente con nuestros amigos, nuestra pareja, nuestra familia o alguien a quien podamos ayudar vamos a crear un circuito de amor. Hace poco un amigo me comentaba que aprendió que “en una relación sólo se debe meter la “verch” y jamás el corazón”, por más que medité toda la noche del sábado en tan profunda, cierta y controversial oración, recordé que un hombre sabio una vez dijo “All you need is love”.
Cierto “All we need is love” pero con todo respeto a uno de los más grandes genios musicales creo que para que llegue el amor, la felicidad y sentirnos realmente plenos, lo que necesitamos primero es cantar dentro de nuestros corazones: “All we need is 2 share”.